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El propósito de este estudio es obtener información detallada acerca de las trayectorias delictuales y de consumo de drogas de esta población infractora, pero al mismo tiempo incluir una batería amplia y precisa de instrumentos de diagnóstico y evaluación de factores de riesgo, que puedan estar explicando las distintas trayectorias delictivas y que miden el efecto del consumo de drogas.

A continuación se presentan los instrumentos a utilizados:

1.- El diagnóstico psiquiátrico según DSM-IV, se realizó con la M.I.N.I. Kid. La M.I.N.I. (Mini International Neuropsychiatric Interview) es una entrevista diagnóstica estructurada breve que explora los principales trastornos psiquiátricos del Eje I del DSM-IV y el ICD-10 y tiene un alto grado de validez y confiabilidad. Entre los trastornos que pesquisa el instrumento está el episodio depresivo, fobia social, trastorno obsesivo compulsivo, dependencia y abuso de alcohol y drogas, trastorno por déficit atencional con hiperactividad, trastorno de la conducta y trastornos psicóticos. Este instrumento se aplicó en la primera ola. En la segunda ola únicamente aplicaron escalas de dependencia y abuso al alcohol y otras sustancias psicoactivas.

2.- En cuanto a la evaluación de la personalidad, este se realizó con el Cuestionario del Temperamento y Carácter para niños y adolescentes (JTCI) de Robert Cloninger (Cloninger et al. 1993; Cloninger et al. 1994), que es una versión modificada del Cuestionario de Temperamento y Carácter de Adultos (Cloninger et al. 1994). El cuestionario realiza una evaluación biopsicosocial del temperamento y carácter en 8 dimensiones: cuatro dimensiones temperamentales (evitación del daño, búsqueda de novedad, dependencia a recompensa y persistencia) y cuatro dimensiones del carácter (cooperatividad, auto-dirección, fantasía y espiritualidad). Este cuestionario se aplicó en ambas olas.

3.- Por último, se miden de factores sociales y trayectoria de vida. Por un lado, esto significó generar variables para conocer los factores asociados al inicio, mantenimiento, reincidencia y desistimiento delictivo- tales como el apego y cercanía de la familia; la importancia que le adscriben a los pares; las actividades que realiza en su tiempo libre; su participación y desempeño en la escuela y/o el empleo; el apego y conductas de la pareja; la presencia de hijos; su temperancia y madurez psico-social; su desarrollo moral; su barrio y entorno; su auto-control y motivaciones; y su salud mental, entre otros. Junto con esto se generaron variables para medir la conducta delictual del joven- edad de inicio, variaciones en el tiempo (escalamiento y de-escalamiento en el delito); su modus operandi y status; sus razones asociadas y utilización de los recursos obtenidos a través de la conducta delictual; y su conciencia del daño, severidad y riesgo de ser detenido, entre otros. Estos factores se midieron en ambas olas.

Para la aplicación de los instrumentos de evaluación clínica se utilizaron estudiantes de psicología del último año de estudio o recién egresados, que fueron debidamente capacitados para la aplicación de los test de referencia. Cada uno de ellos recibió un Manual del entrevistador.